El pozole, personalmente, es mi plato favorito de toda la cocina mexicana, podría comer pozole durante semanas sin cansarme, lo amo.
Ahora, hay de pozoles a pozoles... Para mi el pozole es un plato familiar, es algo que siempre comes en casa de tu mamá o de tu abuela, entonces creo que nunca debemos de compararlos, sólo disfrutarlos.
Yo podría decir que el pozole de mi mamá es el mejor, pero alrato viene alguien más a decir que el de su abuela es mejor y así nos la vamos a pasar hasta el fin de los tiempos.
Pero bueno, aclarando esto creo que este pozole es muy buen representante de la escena pozolera de la CDMX. Lo visitamos de vez en cuando y hemos tenido dos o tres visitas en las que ha estado bastante malón pero creo que era más por la hora que por otra cosa; fuimos ya cuando estaban cerrando.
En fin, acá abren a las 2 y cierran a las 10, entonces creo que una buena hora para ir es a partir de las 3 y más tardar a las 8.30 de la noche para poder tener un buen plato; yo me he comido hasta dos.
Acá no hay pierde, sólo hay pozole de maciza o cabeza, sus tostaditas, su ¿cremita? (no entiendo por qué le ponen crema), su orégano, su limoncito y así, al pedo.
Bueno ya saben, vayan a probar y ahí me cuentan.